lunes, 30 de enero de 2012

glenn gould también estaba solo



para glenn gould
en ese paraíso en donde tiene que estar
y para el carlitos arboleda
que suele decir cosas que me dan felicidad

despacio
las notas de un piano tocado hace años
caen como agua en medio del silencio
pienso en esas manos
en esa voz ahogada
que se perfila en el fondo de la grabación
en esa manera impúdica de construir la belleza
que otro dios inventó sabiendo lo que hacía

nunca se le conoció pareja
dicen
los entendidos en la vida privada de los artistas
solo
junto a su piano
alguna vez
alguna actriz
una muchacha con la que lo vieron en alguna parte
pero no
a la final
tan solo las yemas de los dedos en las teclas
y que se cuenten chismes los que quieran

glenn gould también estaba solo
posiblemente no le importaba
qué mayor compañía que la música en las horas desiertas
qué mayor alegría que el Maestro de maestros dejándose interpretar
qué mayor concordancia que la del corazón
al unísono de las voces de los dioses

y sin embargo
porque lo sé
presiento alguna noche de esas
en que los dedos ya sin piano se refugian
en el extremo opuesto de la cama
y ese frío
y las lágrimas de las que nunca se habla
apenas lubricando el espacio
entre los párpados apretados y la funda de almohada

después
la vida sigue
la tuya
la mía
la de cualquier persona
la de glenn gould /que también estaba solo/
nadando contracorriente en medio de la catarata musical
ajeno al paraíso de los que duermen abrazados a alguien
aunque sea una vez a la semana
aunque no sepan a quién corresponde el glorioso nombre de juan sebastián
aunque no tengan que extender las manos
para encontrar la soledad en el otro extremo de la sábana
aunque ya nunca se pregunten nada
y no sepan de la oscuridad en medio del silencio
ni siquiera de oídas
y aunque su cerebro no vaya a estallar un día
nadie sabe si de dicha o dolor
acribillado de música
y sinsentido
a partes iguales
porque
sépanlo bien
con toda la magia en la punta de sus dedos
con toda la maravilla de la genialidad en sus manos y su alma
glenn gould
también
estaba
solo


jueves, 19 de enero de 2012

un viejo luchador

como a jesús
tanto tiempo después de la cruz
los mismos que le martirizaron
hoy enzalzan su nombre
porque
bien visto
quién podría decir
que todo estuvo mal
y no sentir que la boca se ensucia de mentira

mi viejo luchador
que pudo ver
más allá de la simple conveniencia
que supo del error
como cualquier humano que hace algo
que se ensucio las manos
que se manchó de barro porque era necesario
y regresó a morir
en el antiguo tren de su ilusión

mi viejo luchador
no tan grande de cuerpo
como de alma y empuje
si tan solo supiéramos rezar
más allá del capricho y del terror
alguna bendición debe andar por ahí
para su alma trizada
por la traición y el viento de la historia
más allá de la muerte y el horror

mi viejo luchador
que convirtió una hacienda
en un país
y se dio contra todo
un paraíso tiene que existir
desde donde observar lo que no se detiene
mucho después del odio y la tortura
un paraíso de colibríes y trenes
que ya no lleven pánico ni angustia
si no tan solo
y siempre
para siempre
el desparpajo azul de la esperanza
más allá de los siglos y sus trampas

viernes, 6 de enero de 2012

legado en imágenes


escucho a bach
para poder pensar mejor en ti
y es esa música tristísima que se llama sarabande
la que me empuja a recordar el beso que tu boca perfila
en una fotografía de archivo
de póster pirata

tengo un libro de fotos tuyas en la mesa de mi sala
el último
/dicen/
y las madres que a veces me visitan
no permiten que los niños te vean desnuda
nunca entiendo por qué

miro tu risa
tus ojos un poquito emplomados por el alcohol
que dicen que tomaste con el fotógrafo
tu gesto coqueto
estudiado
espontáneo
no importa

linda
no existe otra palabra
diosa
trágica
como todas las diosas
amada por los dioses
y por eso muerta joven
no importa el motivo
muerta como todos aquellos
a quienes el mundo les escupe desamor en la cara

buscaste tu lugar
y nunca le tuviste miedo a equivocarte
por el camino que conduce a la felicidad
rompiste reglas
y normas
comenzando por tu propio nombre
y el poder jamás te perdonó la confianza del trato

qué importa el cómo ni el porqué
marilynmonroe
más allá de los epítetos
de las exclamaciones
nadie puede negarte lo que entregaste al mundo
más allá de la magia
más acá de la muerte
tan solo ese minuto
en el que el vaho que el inframundo escupe por las alcantarillas
besa tu pubis con reverencia
y levanta tu falda como una bella mariposa feliz
se escandalice quien se escandalice

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