para alexis moncayo
con gratitud
al terminar el comentario del noticiero de hoy
quince de octubre de 2025
cuando menciona la vida de alguien que ya no la tiene
entonces
se fuerza a hacer una pequeña pausa
que quiere aparentar casual
pero el dolor nos late en todas partes
y no hablo de la radio
ni de la garganta de golpe anudada de los periodistas conscientes
hablo del aire donde han desaparecido ya para siempre tantas sonrisas
hablo de la abuela a la que
/simbólicamente/
el gas productor de lágrimas le ha quitado el aliento que no volverá
hablo del comunero por cuya espalda penetró una bala
y de paso atravesó el corazón ardiente de su esposa
y las almas inocentes de sus pequeños hijos
y la lucha de su pueblo
hablo de la mentira que roba la palabra 'humanitario' para pudrirla y retorcerla
igual
hablo de los niños que una noche de carnaval tomaron prestada una moto
para dar una vuelta
y simplemente ya no regresaron
porque por el camino se atravesó la bala de un guardián del orden
que de seguro no puede con el sucio desorden de su alma
marcada por el absurdo del porsiacaso
hablo de cuatro niños que solo jugaban fútbol en la noche
solo
jugaban
fútbol
y ese sencillo placer de niños
y la ilusión de ser grandes de grandes
no solamente les costó la vida
sino también la honra
hablo de tantos y tantos miles
de padres madres hermanos amantes amigos y lo que sea que hayan sido
efectos colaterales de la traición y de la ambición
que empuja a no ver nada más allá de las narices de los poderosos
y también hablo de los gatilleros
que quizá con la paga que no disfrutarán
/porque a la vuelta de la esquina los arrasará la parca/
aseguran un día de comida para su familia
hablo de las escuelas que mueren
de los hospitales que mueren llenos de muertos
de los riñones que dejan de funcionar
del cáncer que se traga cuerpos sin medicina
de las hormigas que comen los pulmones de los niños
y de los niños que tienen que tragar hormigas
tan solo para que el rico sea más rico
y para que el imperio nos perdone la vida
sabiendo que no hay lágrimas suficientes
para llorar el absurdo
y la estulticia
y que tal vez por eso
la voz del imperturbable alexis de la radio
al mencionar el último caso
se resiste al impulso de romperse
y tan solo se permite adelgazar un poco
solo un poco
para poder seguir hablando
para poder seguir viviendo
hasta que cambie el viento