dicen las buenas lenguas
que después de que margot fonteyn murió
rudolf nureyev solía llamar por teléfono a sus amigos
de madrugada
y no decía nada
tan solo lloraba
lloraba
largamente
y antes de colgar murmuraba
"qué sentido tiene este mundo
si ella ya no está en él"
yo sé
que cuando muera
la luna olvidará más rápido que nunca
o tal vez solo quede un recuerdo nostálgico
de un bar que ya no existe
su mundo seguirá teniendo sentido
aunque yo ya no esté
y las letras de mi nombre se le descolgarán poco a poco de la memoria
pero a veces me gusta imaginar
que tras la loca danza de los arcanos
y la tácita comprensión de los insondables misterios de la amistad
/desencuentro incluido/
algo tuvo un sentido aunque sea minúsculo
que hará que se me añore
/quizá nunca al estilo nureyev
eso es mucho pedir
lo sé muy bien/
pero aunque sea un poco
aunque nadie se entere por teléfono
que una parte del rumbo de algún mundo
también se fue conmigo
por más que el tiempo sea bálsamo y remedio
y no le importe a nadie más que a mí