mi papá no usa correo electrónico
tal vez no le haga falta
y estoy casi segura de que por eso no leerá esto
pero no importa
mi papá
es como el viejo árbol de ramas frágiles
que se doblan con el viento
sin aspavientos
pero vuelven al mismo sitio después del vendaval
más fuertes
y más bellas
mi papá casi nunca dice nada
o sea
nada innecesario
tan solamente sus pasos lentos imitan ese rumor de lluvia
que sostiene la esperanza del sol detrás de las nubes
y de las nubes después del sol quemante
mi papá tiene un cuarto repleto de libros
en donde encierra todas las fantasías
que lo ayudaron siempre a vivir
y a reciclar cada mañana la vida que engendró
ama la música
y las películas raras
y desde la hondura de sus ojos azules
también nos dice de su amor
que no necesitó jamás de dramatismo
para tan solo ser
y estar
nos enseñó que la fortaleza no está en la agresividad
que la entereza no anida en los músculos
y que la vida se puede hacer tan solo de entregas cotidianas
qué si la palabra vale plata
el silencio vale oro
y que a cada día le basta su afán
y nos sigue enseñando a caminar despacio
cada once de diciembre que le echa encima un año más
en el que sigue sosteniendo el mundo
y no le dice a nadie
cómo lo hace
tal vez no le haga falta
y estoy casi segura de que por eso no leerá esto
pero no importa
mi papá
es como el viejo árbol de ramas frágiles
que se doblan con el viento
sin aspavientos
pero vuelven al mismo sitio después del vendaval
más fuertes
y más bellas
mi papá casi nunca dice nada
o sea
nada innecesario
tan solamente sus pasos lentos imitan ese rumor de lluvia
que sostiene la esperanza del sol detrás de las nubes
y de las nubes después del sol quemante
mi papá tiene un cuarto repleto de libros
en donde encierra todas las fantasías
que lo ayudaron siempre a vivir
y a reciclar cada mañana la vida que engendró
ama la música
y las películas raras
y desde la hondura de sus ojos azules
también nos dice de su amor
que no necesitó jamás de dramatismo
para tan solo ser
y estar
nos enseñó que la fortaleza no está en la agresividad
que la entereza no anida en los músculos
y que la vida se puede hacer tan solo de entregas cotidianas
qué si la palabra vale plata
el silencio vale oro
y que a cada día le basta su afán
y nos sigue enseñando a caminar despacio
cada once de diciembre que le echa encima un año más
en el que sigue sosteniendo el mundo
y no le dice a nadie
cómo lo hace
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