la mamá se fue
el hijo de alguna manera dejó de estar
una vez más
la soledad tejió de nuevo sus espirales en la almohada
y otro año pasó
hecho de momentos
de retazos de rabia
y de pedacitos de ilusiones
que se cumplieron o no
llovió mucho
alguna ciudad amada en la imaginación se hizo presente
siempre la música
y las palabras
rodearon la existencia
y le pusieron su nota de hermosura
latí
lloré
reí
pretendí amordazar mi corazón y no me resultó
el sol
tal vez tiene miedo y no quiere salir aún
pero ahí está
como la maravilla resplandeciendo en la sonrisa de anita
el pastelito infaltable en los días de cumpleaños
junto a la misma velita y las servilletas de colección
como las charlas en un hotel a media noche
como la sombra del obelisco
amparando las cortazarianas aventuras de viaje
y la pequeña estatua de mafalda
que me hizo emocionar al abrazarla
ahí está la ternura que no se dice
y la amistad que no traicionará
hasta donde sabemos
la paciencia puesta a prueba
y el hilo del cariño
sosteniendo por siempre
la cometa de la vida
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