No es mucho lo
que tengo para darte, mira
Y no sabes si
detenerte o llover
Fito Páez
me gustaría decir que no
que ya no
y sin embargo
aún sin entender
sigo aquí
como un árbol bajo la lluvia
cuyas hojas tiemblan con la caída de cada gota
me gustaría decir
que
no
que ya no
y sin embargo
sigo aquí
como un ave obstinada
que no quiere darle crédito al atardecer
no sé qué espero
porque ya no hay nada
creí que mi corazón se había ya vaciado
de la ilusión
que más dolió antes que hacer ninguna otra cosa
y tus simples palabras de saludo en la pantalla
resucitan las endorfinas dormidas
sin esperanza
sin apenas nada
recojo desde la memoria tus ojos azules
y siento ese rescoldo de tu voz
sola en el teléfono
voz para otros
para tantos
y también para mí
/ese también es lo que tanto estorba/
¿será que también eres un regalo
aunque a veces todo esto suene a despojo?
¿será que esto es amor
aunque siempre nos suene a despedida?
alguna vez un caballero errante
se negó a que su flaqueza traicionara la verdad de su alma
cuántos días de no verte
que creí que barrerían el polvillo dorado de la ternura
pero no
tan solo está esto que navega tercamente por mi sangre
y no se quiere detener aún
por más que hagan la lluvia y el crepúsculo
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