ahora
que sé que no te puedo pedir nada
y de hecho
tampoco puedo ya ofrecerte nada
ahora
que te me has resbalado de las manos
como una gota de agua
ahora
que sé que el verbo poseer
no se conjuga para las personas
ahora
que te he visto amar a otros
y se han abierto varios tajos sangrantes
por todos los rincones de mi alma
ahora
que tan solo a veces
recuerdo la suavidad de tu paso por mi vida
y la defensa tímida de tu espacio vacío
lejos del mío
ahora que tiemblo con tu recuerdo
aunque sigas estando
de algún modo
ahora
que ya nada es posible
puedo llenarme la boca
y decirle a la almohada
y gritarle a la noche
y al mundo
cuánto
y cómo
te amo
1 comentario:
Hermoso y preciso, como siempre.
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