esa límpida
voz
como un
hacha de piedra ancestral
rasga
el silencio
y
detrás
la
guitarra virtuosa
dejándose
llevar
voz de
hombre
voz de
tiempo
voz de
inmortalidad
voz de
harina
sin
miramientos
se
cuela en el alma
trayendo
el frío de la soledad
y el
calor de la ternura inmarcesible
voz de
cal
y de
sal
voz de
eternidad
y de
presente interminable
esa
límpida voz
como
una espada indestructible
sacude
el alma
y
detrás
los
recuerdos de infancia
dejándose
acunar
voz de
sombra
voz de
sangre
voz de
serenidad
sagrada voz de luz
sagrada voz de luz
esa
límpida voz
metal
que se sostiene en la nostalgia
viejo
sabio
que
después de cantar como quien ora
se
calló para siempre
sin callar
para nada
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