no sabía que
lo iba a ser
se perfilaba
un domingo más
tal vez
apretujado de mil actividades
tal vez
tan solo
como cada
domingo
de compras y
de preparativos
palabras van
palabras
vienen
las noticias
no buscadas zahirieron el aire
lo no
preguntado
se abrió
paso para ser aprendido
entendido
y sobre todo
sentido
ya por la
tarde la lluvia se hizo eco
del domingo
sombrío
del que
hablaba un poeta
lluvia de
nubes negras en mi ciudad amada
y lluvia
incontenible en las mejillas
quién me
manda a creer
a confiar
como una vez
confió la pisada en el suelo
quién me
manda a callar
a no decir
amor
celos
dolor
a poner esta
cara de aquí no pasa nada
mientras la
procesión me destroza los huesos
quién me
manda a sentir
a vivir en
secreto
con este
corazón de cristal y de sombra
que de la
nada estalla
entre la
noche
y siempre
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