sábado, 17 de noviembre de 2007

MÁS ACÁ DEL UMBRAL

Esta entrevista y este artículo se hicieron para ser editados en una revista de la ciudad. Sin embargo, esa publicacion es incierta, y los días están pasando. Por lo mismo, la incluimos en este número del blog, quizá para celebrar el aniversario del mismo, que sabemos que es muy leído por toda clase de gente e incluso fuera del ámbito local y nacional.
Las fotos son de la autora, incluso el recorte de foto en donde se insinúa que el Pancho perdió la virgnidad nada menos que con Sofía Loren...
Dónde andará el casete que guardaba, en una mezcla bastante heterodoxa, los temas que escuchaba por radio a mis veintidós: Aute, Beatles, Víctor Heredia; Yordano… Entre una y otra canción sonaba un espeluznante chasquido amplificado que se producía al aplastar al mismo tiempo las teclas Play y Rec de la radiocasetera. En medio de ese rompecabezas brillaba la canción “¿Adónde vas?”, único tema ecuatoriano, cantado por dos muchachos algo menores que yo que habían formado, hacía poquísimo tiempo, el grupo Umbral.
Dos muchachos que, con una pinta aún bastante juvenil, resolvieron hace poco, por un par de días (26 y 27 de septiembre), volver al umbral de su adolescencia por el que iban a dar “nuestro paso a ser grandes”.
Nelson García y Pancho Prado se conocieron hace casi un cuarto de siglo, como recuerda Pancho: “Yo estaba en el Spellman, él estaba en el Americano. Tocábamos en un grupo que se llamaba Return, de rock. Imagínate, el Nelson tendría diecisiete años y yo de diecinueve… entonces éramos dos cachorros tocando en discotecas, chaucheando… tocando Cat Stevens, John Denver, así, ese tipo de música… temas muy agringados
Pero poco duró el agringamiento, recuerda Nelson: “a un montón de amigos míos les comenzó a encantar la música en español, había todo este movimiento, había los festivales esos de música latinoamericana por primera vez aquí en Quito… como que salían energías nuevas”.
Al respecto, Pancho también habla de su encuentro con los trovadores latinoamericanos: “Un amigo me hizo oír Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, León Gieco, Piero… Entonces era como ya una música diferente, ¿no?, como con conciencia, con mensaje, con poesía. Y yo me enamoré de esa música”.
A Pancho y Nelson se unió el chileno Pedro Pino, que vivía en Ecuador y hoy reside en su país. Umbral, como grupo, se constituyó con los tres y con un integrante más, Ricardo Williams, que reemplazó temporalmente a Pancho cuando decidió iniciar sus estudios de Medicina en la Universidad Central.
Si bien los inicios de Umbral coinciden con una época que, desde la política y los derechos humanos, calificaríamos de oscura para el país (en 1984, su año de aparición, León Febres Cordero ganó las elecciones), Nelson evoca una época mágica para su proceso de maduración artística y vital: “Mis recuerdos son… sí era tenso políticamente; pero al mismo tiempo éramos jóvenes y la política no nos interesaba tanto, y más bien me acuerdo que era un tiempo muy lindo. Hay una canción del Pancho que llama ‘Tiempos sobrehumanos’, y era eso, era un Quito otro, era otro tiempo, otra manera de hacer las cosas, y eso es también lo que estamos reviviendo”.
Pero las épocas oscuras también tienen un fin que, en este caso, llevó al grupo Umbral a vivir aventuras muy especiales mientras participaban en la gira de promoción de la campaña de Alfabetización “Monseñor Leonidas Proaño”. Según Pancho: “Para mí fue experimentar. Imagínate, ir a tocar por todo el país durante un mes, en un bus junto con Pueblo Nuevo, con Aladino, con los Reales, con Juan Paredes, qué sé yo… Dos chicos como el Nelson y yo, y un viejo, que era el Pedro, andar como gitanos por todas las provincias como circo. En el un bus los artistas y en el otro camión iba el escenario. Estar chupando a las diez de la mañana… con dos conciertos diarios, o sea… Yo perdí mi virginidad…
Aunque Nelson es un gran músico graduado en Boston, y Pancho un destacado cantautor, coinciden en que Umbral no fue un proyecto solo musical, al decir de Nelson: “para mí Umbral no es tanto un proyecto musical, no es tanto de la música. Yo soy músico y hago eso y produzco música y… Umbral más bien ocupa otro… en mi cabeza ocupa otro lugar… como personal… pero cultural también, como relacional y cultural en un sentido amplio”.
Umbral es, más allá de la puerta que se abría ante su adolescencia para llevarlos a crecer en experiencias ricas y diversas, un momento mágico, en donde la música era el lazo o el pretexto para estrechar más aún una amistad. Incluso ahora, afirma Pancho: “Para mí es como una magia que hay. Una comunicación en el escenario, por ejemplo, de quedarse viendo, una complicidad… no sé. Compartir espacios de amistad más íntimos que salir a comer. Siempre es igualito”. Y Nelson corrobora: “Con el Pancho es muy lindo… como… vernos porque la verdad es que nos hemos visto bastante a los veinte años. No nos vemos casi nunca. Hablamos, así, de vez en cuando… Y ahora hemos estado juntos bastante y hemos estado dedicados a esto”.
Pero, más allá de las experiencias vitales de sus integrantes, ¿qué le dio Umbral a la música popular del Ecuador?
El http://www.myspace.com/httpwwwmyspacecomumbral (ver enlaces para visitar), portal creado en Myspace por Pedro Pino, hay detalles interesantes: “Luego de un año y por medio de una producción independiente, sale el primer LP, que aparte de incluir una nueva versión de "¿A dónde vas?" con una nueva estrofa, trae varios temas que se hacen conocidos (Idilio, Lenguas de candela). El disco se transforma en un éxito total siendo su canción principal elegida como canción de la semana, del mes, y del año en muchas emisoras del Ecuador. En la ciudad de Cuenca incluso se mantiene durante un mes como la canción más popular por encima de los artistas internacionales del momento (Michael Jackson, Madonna) que tienen grandes sellos y publicidad para respaldarlos”.
Pancho, a más de ser un solvente psicólogo clínico, ha continuado su camino de cantautor como solista con un Cd: Días Mejores. Entre muchos otros logros, Nelson ha compuesto los temas de películas tan importantes como Sé que vienen a matarme y sobre todo Qué tan lejos; pero no olvidan las experiencias de cuando eran dos “cachorros” que realizaban por los sitios olvidados del Ecuador su travesía de aprendizaje entre la adolescencia y la edad adulta. Aunque consideran la posibilidad de hacer nuevas cosas juntos, afirman que, si bien han vuelto a unirse como Umbral por un par de días en un significativo show en la discoteca Flash Back, el grupo no resucitará como tal, por el momento al menos.
Quienes hace los mismos veinte años o más atesorábamos su música en viejos casetes, mal grabada y todo, al conocer a los seres humanos detrás de los artistas sabemos que, como cantaban en una de sus canciones de otro tiempo: “No importa porque ahora practiquemos nuestra risa y el amor por el día de esperanza otra vez”.
Y según Nelson y Pancho, nuevamente estamos viviendo esa esperanza inagotable. Será, entre muchos otros, también gracias a ellos, digo yo.

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

compartir