algo de bach en el despertado
la niebla del amanecer
y las luces del pueblo de carapungo
como un viejo y lejano belén
el frío
la oscuridad
y el gato jodorowski enrollado a mis pies
con su ingenuo cariño
de mascota feliz
la pereza
y el susto
porque la presión comenzó a subir
/la genética
o la edad
que tampoco perdona dicen
que ha de ser/
y entonces salir
despacio a caminar por la micro-ciudad vacía
en donde los mirlos también
han comenzado a despertar
tiempo
para pensar
a solas
en los significados de las cosas
que pasan
y que tan solo a veces
se pueden comprender
tiempo
para mirar la luz del sol
salir sin prisas
por detrás de las nubes
tiempo
para mimar
al corazón de carne
que se empieza a cansar
tiempo
para sentarse
detrás de la cucarda en la quebrada
y pedirle a algún dios
que cuide a los que quiero
sin saber
si lo hará
tan solo tiempo
poco
corto
sencillo
para estar yo conmigo
y con mi alma
callada
y sin apuros
2 comentarios:
Lucre: Muy bien que salgas a caminar y que cuides de esa presión y de ese músculo que se llama corazón, que resulta ser bastante útil para muchas cosas!
Me encantan tus poemas!
Por qué se llama el gato Jodorowski?
Un beso.
María Clara
Sobre el tiempo, la filosofía del tiempo.. Recuerdo ese cuento de Borges Tlön, Uqbar, Orbis Tertius, me imagino que el tiempo no es la sucesión de instantes, y que, como Ud bien lo dice, es corto, sencillo, pero es tan solo tiempo. A mi me gusta pensar que el tiempo es uno solo, pero como el estar en silencio rodeado de uno mismo, indefinible.
La cuestión es que moriremos, entonces el tiempo parece esa sucesión de instantes, el presente que es efímero, el recuerdo del pasado y el futuro que depende del recuerdo, es decir, de lo que uno es en realidad, sea la realidad lo imaginario.
El título del poema tiene, como se dice por ahí, algo que provoca, horas extras, me gusta. Disculpe que lo haya interpretado totalmente distinto a su intención, tan sólo quería compartirlo.
Hasta luego.
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